Saltear al contenido principal

Por mi carácter un poco intimista y nada sociable, solía pensar que la ortodoncia no era algo para mí, ya que creía que era un cambio estético que podían necesitar personas con más vida social o con un trabajo de más cara al público que el mío. Sin embargo, padecía unos dolores de mandíbula que terminaban en dolores de cabeza. En la clínica de ortodoncia Ponce de León comencé un tratamiento para corregir lo que luego supe que se llamaba «maloclusión». Sé que suena a trillado, pero fue un cambio en mi vida. No he vuelto a tener dolores de cabeza ni mandibulares y mis familiares aseguran que hasta vocalizo mejor.

Volver arriba
Translate »
× Contáctanos