El flúor: qué es, usos y propiedades
Desde el siglo XX se conoce la gran fuerza del flúor para eliminar la aparición de caries y reparar los dientes. Sin embargo, en muchas ocasiones han surgido dudas acerca de funcionamiento real y sobre la cantidad que hay que utilizar. ¿Funciona el flúor para mejorar la salud de los dientes? ¿Es bueno abusar del flúor? En este post te aclararemos todas las dudas sobre este elemento tan interesante.
El fluoruro es un mineral que podemos encontrar en los huesos y los dientes. También podemos encontrar fluoruro en las plantas, las rocas, el aire, el agua… y lo cierto es que en muchos países se echa este mineral a las aguas de suministro público. Esto se debe a que el flúor tiene una gran cantidad de beneficios para los dientes y por ese motivo podemos encontrarlo también en pastas de dientes, colutorios y otros fármacos dentales. Cuando ingerimos flúor mediante bebidas y alimentos fortalecemos el esmalte de los dientes, lo que resulta muy beneficioso a la hora de prevenir las caries.
Ventajas del flúor
El flúor ayuda a esa reconstrucción del esmalte revirtiendo la predisposición a las caries cuando le salen los dientes a los niños. Sin embargo, no es lo mismo la ingesta de flúor, que cepillarse los dientes con flúor, este último, un beneficio tópico, es decir, superficial. Cuando ingerimos el flúor mediante los alimentos y la bebida aportamos una gran cantidad de beneficios a los dientes, ya que hacemos que este mineral forme parte de la saliva, bañando los dientes de forma frecuente. Estas pequeñas cantidades de flúor ayudan a reconstruir el esmalte dental cuando este se encuentra frágil.
Otra gran ventaja que aporta el flúor es que hace que la pérdida de minerales sea mucho menor y de forma más lenta. Cuando tenemos predisposición a sufrir caries este efecto puede prevenirse de forma más sencilla gracias al flúor. El flúor también elimina el crecimiento de las bacterias que se comen el esmalte. Cuando hay bacterias en la boca ocurre una desmineralización. Por lo tanto, el flúor ayuda a remineralizar el esmalte de los dientes evitando que aparezcan problemas típicos en los dientes. Sin embargo, como todo en la vida, el exceso no es bueno.
Advertencias sobre el flúor
Cuando consumimos flúor en grandes cantidades pueden darse lugar unos efectos secundarios no deseados. Es el caso de la fluorosis dental. En muchas ocasiones los padres dan a los niños flúor para mejorar su salud dental y para estimular el fortalecimiento del esmalte de los dientes. Si este mineral se consume en exceso, en niños de 6 a 8 años pueden aparecer manchas blancas. También puede ocurrir esto cuando los niños se tragan la pasta de dientes, siendo muy común que hagan esto.
Consumir demasiado flúor también puede provocar fluorosis esquelética y este problema es bastante más serio que la fluorosis dental. Con el paso del tiempo, la fluorosis esquelética se manifiesta con dolor de articulaciones y calcificación en los ligamentos. En este caso hay que tener cuidado a la hora de beber agua con flúor si los niveles son demasiado altos.