
¿Por qué está estrictamente relacionada la ortodoncia con la logopedia?
¿Sabías que una lengua que empuja mal puede hacer que los dientes se descoloquen? ¿O que una mala mordida puede dificultar el habla? Aunque parezcan dos mundos distintos, la ortodoncia y la logopedia están mucho más conectadas de lo que se cree. De hecho, en muchos tratamientos dentales, la participación del logopeda es clave para obtener resultados duraderos y funcionales.
Qué es la logopedia:
La logopedia es la disciplina que se encarga de prevenir, evaluar y tratar trastornos relacionados con el habla, el lenguaje, la voz, la respiración y la deglución. Los logopedas trabajan con niños y adultos que tienen dificultades para pronunciar, tragar, respirar correctamente por la nariz o colocar bien la lengua al hablar.
¿Qué relación tiene esto con la ortodoncia?
Muchos problemas dentales tienen su origen en malos hábitos orofaciales: respirar por la boca, colocar la lengua mal al tragar o tener una deglución atípica. Estos hábitos alteran la forma de los dientes y los huesos de la cara. La ortodoncia corrige la posición de los dientes y maxilares. Pero si no se corrigen los hábitos, los dientes volverán a moverse. Aquí es donde entra la logopedia.
¿Por qué se necesitan ambos tratamientos?
La ortodoncia mueve los dientes. La logopedia educa los músculos. Si la lengua, los labios o la mandíbula siguen funcionando mal, pueden deshacer el trabajo del ortodoncista.
Por eso, en muchos casos es necesario combinar ambos tratamientos. El ortodoncista alinea los dientes, y el logopeda entrena a la persona para que no vuelva a ejercer presiones incorrectas sobre ellos.
Problemas comunes donde ortodoncia y logopedia trabajan juntas
- Deglución atípica: Es cuando la lengua empuja los dientes al tragar. Esto crea presión constante y desalineación dental. El ortodoncista coloca los dientes, pero el logopeda enseña a tragar correctamente.
- Interposición lingual: La lengua se mete entre los dientes al hablar o estar en reposo. Esto impide el buen cierre de la boca. La logopedia corrige esa postura, evitando que los dientes se separen.
- Respiración oral: Respirar por la boca, en lugar de por la nariz, altera el desarrollo facial. Afecta la mordida, el tono muscular y el habla. Ortodoncia y logopedia ayudan a reeducar la respiración.
- Mordidas abiertas o cruzadas: En muchas mordidas anómalas, la lengua tiene un papel protagonista. Si no se trabaja su posición, la mordida puede volver a abrirse tras la ortodoncia.
- Trastornos del habla: Algunos sonidos (como la /s/ o la /r/) se articulan mal por culpa de dientes descolocados o mal uso de la lengua. Alineación y reeducación van de la mano.
Lo ideal es detectar estos problemas entre los 5 y 8 años. Es una etapa clave para intervenir antes de que el daño estructural sea mayor. En adultos también puede hacerse, aunque el tratamiento suele ser más largo. La coordinación entre ortodoncia y logopedia es efectiva a cualquier edad si hay compromiso del paciente.
¿Qué hace exactamente un logopeda en este proceso?
- Evalúa la forma en que el paciente habla, respira y traga
- Detecta hábitos dañinos que afectan a la boca
- Diseña ejercicios personalizados para lengua, labios y mandíbula
- Trabaja la postura y el tono muscular orofacial
- Entrena una deglución correcta y una respiración nasal
El logopeda no solo trata la voz o el lenguaje. Su trabajo abarca toda la funcionalidad de los músculos que rodean la boca.
¿Y el ortodoncista cómo participa?
El ortodoncista estudia la alineación dental, la mordida y el desarrollo óseo. Puede detectar signos de alteraciones funcionales y derivar al logopeda. En muchas clínicas, ambos profesionales trabajan juntos. Se comparte la información y se ajustan los tratamientos para que se complementen.
En algunos casos, puede haber una recaída. Los dientes pueden volver a moverse si la lengua sigue empujando o si no se cambia el patrón de respiración. Además, en niños con hábitos orales alterados, el crecimiento facial puede desviarse si no se corrigen pronto.
Si los dientes están muy desalineados o la mordida está mal, solo con logopedia no se pueden corregir los problemas estructurales. Ambos tratamientos se necesitan mutuamente en muchos casos.
¿Cómo saber si tu caso necesita logopedia y ortodoncia?
Algunas señales de alerta son:
- Lengua entre los dientes
- Mala pronunciación de algunos sonidos
- Respiración por la boca
- Postura baja de la lengua en reposo
- Mordida abierta o cruzada
- Dificultad para cerrar los labios
Si notas uno o más de estos signos, lo mejor es consultar con un ortodoncista que trabaje en coordinación con logopedas.