¿Puede afectar el cloro de la piscina a nuestra ortodoncia?
Es muy frecuente que en los meses de verano, tanto adultos como los niños más pequeños, utilicen algún tipo de piscinas para refrescarse. Ante este escenario es muy normal que buena parte de las familias se planteen si les puede afectar el cloro de las piscinas en su ortodoncia. Pues bien, para que estas personas sepan como se desarrolla este proceso habrá que poner de manifiesto que la respuesta es positiva. En cualquiera de los casos, vamos a exponer cuáles son las incidencias en la salud bucodental que puede emerger al gozar de esta actividad lúdica.
Elevado contenido de cloro en el agua
Para empezar conviene constatar que un PH del agua con mayores niveles de cloro puede originar la erosión en el esmalte de cada una de las piezas dentales. Como consecuencia de la excesiva acidez que puede provocar este escenario en las piscinas. No obstante, este hecho no quiere decir que esta incidencia vaya a aparecer en las personas que frecuenten este tipo de baño. Sino que por el contrario, tan solo afectará a las piscinas con excesivo niveles de cloro.
Proceso en la proteína de la saliva
Mientras que por otra parte, otra de las incidencias que pueden emerger en esta situación es la derivada del desgaste producido por la alta presencia del cloro en el agua. Uno de sus efectos más relevantes es que la proteína de tu saliva se dirijan a un proceso de descomposición. Hasta el punto de que puede llevar a que la placa bacteriana se convierte en sarro. Este procedimiento va a llevar a que puedan empezar a desarrollarse algunas de las enfermedades dentales más relevantes. Como por ejemplo, la gingivitis, periodontitis y sobre todo las tan temidas caries. De todas las formas, cabe señalar que esta incidencia es mucho más sensible en la dentadura infantil que en la adulta o geriátrica.
Otro de los escenarios que se pueden originar, y no menos importante, es la posibilidad de que el diente pueda sufrir una cierta decoloración. En especial, si el afectado está mucho tiempo en contacto con el agua. De la misma manera que existe el evidente riesgo de que las piezas dentales sufran algún nivel de erosión en su estructura. Por este motivo es completamente necesario que el bañista esté en disposición de fluorar sus piezas dentales con cierta regularidad. Con la finalidad de reforzar y proteger esta parte tan relevante de tu aparato bucal.