Saltear al contenido principal

¿Qué son las férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares?

¿Te han hablado de que necesitas una cirugía ortognática y te suena algo sobre férulas, pero no sabes exactamente qué son? ¿Te han dicho que necesitas férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares y quieres entenderlo antes de seguir? No estás solo. Este término técnico puede parecer complejo, pero cumple una función muy concreta y clave dentro de la cirugía maxilofacial.

En este artículo te explicamos con un lenguaje sencillo qué son las férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares, por qué son tan importantes y cuándo se utilizan. Si estás en pleno tratamiento de ortodoncia o te planteas una corrección quirúrgica de los huesos de la cara, esto te interesa.

¿Qué son exactamente las férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares?

Las férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares son dispositivos acrílicos diseñados a medida que el cirujano utiliza durante una cirugía ortognática para guiar la colocación exacta del maxilar superior y la mandíbula.

Funcionan como una especie de plantilla. El objetivo es que los huesos queden en la posición correcta según el plan que han preparado el ortodoncista y el cirujano.

Se llaman «bimaxilares» porque se usan cuando hay que mover los dos maxilares, no solo uno. Esto ocurre en la mayoría de tratamientos para corregir problemas severos de mordida o asimetrías faciales.

¿Para qué sirven estas férulas durante la cirugía?

Imagina que tienes una maqueta en 3D con piezas que se mueven. Si no hay una guía clara, es fácil colocar mal una pieza. En cirugía sucede lo mismo. Las férulas quirúrgicas permiten:

  • Encajar con precisión los maxilares una vez que se han movilizado.
  • Reproducir con exactitud lo que se ha planificado previamente en el ordenador.
  • Evitar errores de posición que afecten a la mordida o la estética.
  • Asegurar una correcta oclusión (mordida) desde el primer momento postoperatorio.

¿Cómo se fabrican estas férulas?

Todo empieza con un escáner intraoral o un molde de la boca del paciente. Con esa información se crea un modelo digital en 3D. Luego, ortodoncista y cirujano planifican cómo deben colocarse los huesos.

Una vez definido el nuevo encaje de la mordida, se diseñan una o dos férulas con ayuda de programas de diseño asistido por ordenador (CAD-CAM). Estas férulas se fabrican con impresoras 3D o en laboratorios especializados.

El resultado es una pieza rígida y precisa que se colocará entre los dientes del paciente en el quirófano.

¿Cuántas férulas se usan en una cirugía ortognática?

Depende del tipo de cirugía. Si se intervienen los dos maxilares (lo más habitual), se suelen utilizar dos férulas:

1. Férula intermedia

Se usa después de colocar el maxilar superior. Ayuda a posicionarlo correctamente antes de pasar a la mandíbula.

2. Férula final

Guía la colocación final de la mandíbula para que encaje perfectamente con el maxilar. Es la que marca la mordida definitiva.

Ambas férulas se preparan con antelación y se esterilizan para su uso en quirófano.

¿Son dolorosas o molestas para el paciente?

No. El paciente está bajo anestesia general durante la cirugía, así que no siente nada. Las férulas se usan solo en el acto quirúrgico. No se llevan en casa, ni después de la intervención.

Una vez colocados los huesos y fijados con placas o tornillos, las férulas se retiran. No forman parte del postoperatorio.

¿Qué pasa si no se usan férulas en este tipo de cirugía?

Sería como construir una casa sin planos. Sin estas guías, el riesgo de que los huesos se coloquen mal es muy alto. Esto podría provocar:

  • Mordida inestable.
  • Problemas funcionales al masticar o hablar.
  • Resultados estéticos no deseados.

Por eso, las férulas quirúrgicas ortognáticas bimaxilares son una herramienta esencial en cualquier cirugía ortognática bien planificada.

¿Cuándo se usan este tipo de férulas?

Se emplean en cirugías ortognáticas bimaxilares, es decir, en intervenciones donde hay que reposicionar tanto el maxilar superior como la mandíbula. Algunos ejemplos incluyen:

  • Corrección de mordida clase II (mandíbula retraída).
  • Corrección de mordida clase III (mandíbula adelantada).
  • Asimetrías faciales severas.
  • Casos de apnea del sueño por estrechez maxilar.

También pueden usarse en combinación con expansión del paladar o cuando se hace cirugía combinada con implantes o injertos óseos.

¿Qué papel tiene el ortodoncista en este proceso?

El ortodoncista trabaja junto al cirujano desde el inicio. Primero alinea los dientes con ortodoncia. Luego participa en la planificación digital de la cirugía y en el diseño de las férulas.

Tras la intervención, el ortodoncista continúa con el ajuste fino de la mordida y los movimientos dentales necesarios para estabilizar el resultado.

Es un trabajo en equipo donde cada paso cuenta para que todo salga bien.

En Clínica Ponce trabajamos con cirujanos maxilofaciales de referencia para planificar cada caso con máxima precisión. Usamos tecnología 3D y férulas quirúrgicas personalizadas para garantizar resultados predecibles, funcionales y estéticos. Si necesitas cirugía ortognática o te han dicho que tienes un problema de mordida severo, podemos ayudarte desde la primera visita. Te explicaremos todo el proceso, resolveremos tus dudas y planificaremos contigo cada paso del tratamiento.

Volver arriba
Translate »
× Contáctanos