Retenedores de ortodoncia
Los tratamientos de ortodoncia pueden dividirse en varias fases:
- el estudio inicial
- la fase activa
- la fase de la retención
Seguir un protocolo de retención es muy importante y podría evitarte volver a necesitar la ortodoncia. Cuando un paciente no respeta correctamente la fase de retención tras el tratamiento de la ortodoncia hace que los dientes vuelvan a desalinearse y necesite volver a utilizar ortodoncia. Este es el objetivo de la fase de la retención, estabilizar los resultados conseguidos durante la fase activa, para conseguir esos resultados tan esperados.
Cuando aplicamos un tratamiento de ortodoncia con la finalidad de corregir problemas de alineación de los dientes, gracias a la ortodoncia los dientes se mueven poco a poco, de forma mínima, hasta conseguir la alineación y posición adecuada. Tras finalizar el tratamiento de la fase activa, los dientes aún deben acostumbrarse a las posiciones nuevas que han adquirido. Aquí es donde los retenedores realizan un papel importante, crucial. Cuando no utilizamos los retenedores el suficiente tiempo, corremos el riesgo de que los dientes vuelvan a su posición anterior.
Ventajas de los retenedores de ortodoncia
Los retenedores de ortodoncia son unos aparatos que colocamos después de acabar la fase activa del tratamiento ortodóntico para evitar que los dientes vuelvan a su posición anterior. Es muy habitual que tras haber utilizado ortodoncia los dientes se vuelvan a mover y perdamos todos esos objetivos estéticos que conseguimos. Es por este motivo que una gran cantidad de pacientes necesiten volver a realizarse el tratamiento por segunda vez. Por lo tanto, una vez que el ortodoncista decida que tu tratamiento ha finalizado, es fundamental decidirse por un tipo de retenedor u otro.
Podemos optar por los retenedores rijos o removibles. Los retenedores fijos son aquellos que se colocan en la parte interior de la boca y consisten en una lámina de alambre que se coloca desde un canino hacia el otro, pegada a los dientes. Se trata de un aparato bastante estético, ya que no podremos verlo a simple vista, ya que está colocado en la cara interna del diente, donde se sitúa la lengua. También son unos aparatos bastante cómodos, ya que, aunque podremos tocarlo con la lengua, no nos molestará al hablar o comer y no se producirán llagas.
Retenedores removibles
Los retenedores removibles son aquellos que se parecen a las ortodoncias Invisalign, ya que consisten en una férula transparente hecha a medida de la dentadura del paciente. Se trata de unos retenedores también cómodos, ya que se pueden quitar, pero no son invisibles por completo. En el caso de los niños, es muy positivo que los padres adelanten la visita al ortodoncista al menos a los 6 años.
En este caso, cuando los niños tienen problemas de malposición en los huesos maxilares, se realiza la ortodoncia interceptiva. A edades tempranas podemos actuar sobre las malposiciones de forma mucho más eficaz. En el caso de los niños, tras finalizar el tratamiento también será necesario utilizar un aparato de retención. Lo más habitual es optar por la placa Hawley, un aparato de quita y pon que se coloca sobre los últimos molares.