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Sarro: ¿cuáles son sus causas y cómo podemos eliminarlo?

La aparición del sarro es algo que nos afecta a todos en mayor o menor medida. Se produce por la acumulación de bacterias y por aquellos residuos generados por el consumo de alimentos y bebidas, que acaban calcificándose. Su aparición conlleva no solamente molestias a nivel estético, sino que puede ser causante de infecciones. Afortunadamente, existen muchas maneras de combatirlo.

Causas

Para evitar la aparición o la excesiva acumulación de sarro, lo ideal es mantener una buena higiene bucal, además de realizar visitas periódicas a nuestro odontólogo. En el caso de que ya se haya generado sarro, este no será posible eliminarlo únicamente con el uso del cepillo de dientes. Si se mantiene durante un periodo prolongado de tiempo en nuestra boca, puede afectar al blanco de nuestros dientes, pudiendo adoptar un tono marrón, con una textura rugosa.

Esto se puede generar por distintas razones:

  • Por el pH de nuestra saliva. – si no tiene un nivel adecuado de acidez, es posible que aparezca una mayor proporción de sarro. Igualmente, la higiene bucal y los hábitos alimentarios que tengamos también influirán.
  • Zonas difíciles de limpiar. – según nuestra dentadura y la posición de sus dientes, puede que nos resulte más complicado acceder a ciertas zonas para una adecuada higienización. En estos casos, siempre es recomendable recurrir a las limpiezas profesionales. De esta manera, tendremos garantizada una limpieza óptima de cada rincón, por difícil que sea su acceso.

Tipos de sarro

Podemos encontrar dos tipos de sarro:

  • El sarro supragingival. – se encuentra por encima de las encías, en la superficie de los dientes. Se puede ver con facilidad y suele resultar menos perjudicial que el subgingival. Además, es más sencillo de eliminar.
  • El sarro subgingival. – como su nombre indica, se encontraría por debajo de la línea de la encía y en la raíz del diente. En este caso no es fácilmente visible y resulta más perjudicial. Si no lo abordamos con rapidez, puede llegar a generar enfermedades periodontales.

¿Cómo afecta a nuestra boca?

El sarro puede afectar a nuestra salud bucal de diversas maneras, siendo las más comunes:

Halitosis. – cuando se produce la acumulación de bacterias, se genera lo que conocemos como mal aliento o halitosis. Esto es debido a que las bacterias liberan compuestos sulfurados.

Gingivitis. – los tejidos blandos son los principales afectados por la acumulación de sarro. Esto puede dar lugar a su irritación e inflamación, la cual suele ir acompañada de sangrado de encías y edema, sin que llegue a desgastar el hueso. La gingivitis se puede combatir mediante un tratamiento periodontal básico. Es fundamental enfrentarla cuanto antes, ya que podría degenerar en una periodontitis.

Problemas digestivos. – debido a las bacterias acumuladas en la boca, se pueden producir infecciones en nuestro sistema digestivo.

Caries. – la acumulación de sarro dificulta la eliminación de la placa bacteriana. Por lo tanto, nuestro esmalte dental, entre otros, podría verse deteriorado e incrementar la posibilidad de padecer infecciones y caries.

Periodontitis. – el sarro subgingival debilita nuestros dientes, haciendo que surjan pérdidas de inserción. Cuando esto se produce, ya no es reversible, por lo que sería necesaria la aplicación de otros tratamientos.

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