La adolescencia es el momento idóneo para empezar un tratamiento de ortodoncia. A los doce años, exceptuando algunos molares, la boca ya tiene sus dientes definitivos y pueden empezar a corregirse las malas posiciones dentales y el apiñamiento, así como las alteraciones mandibulares que no requieran cirugía.
Cada adolescente es un mundo: los hay encantados de poder lucir la ortodoncia (para ellos, en la Clínica de Ortodoncia Ponce de León se ofertan todo tipo de brackets y aparatología personalizados), y los hay que prefieren que apenas se note, para los que está pensada la ortodoncia lingual o la ortodoncia invisible.
En cualquiera de los casos, pero especialmente en jóvenes y adolescentes, la meta es una sonrisa perfecta para una óptima salud bucal y la conservación de las piezas bucales de por vida, respetando siempre la estética del paciente y sus gustos.